sábado, 17 de diciembre de 2011

Eternidad.

Todavía te quiero.  Después de todo, te sigo queriendo.
¿Por qué? No lo sé ni yo.
Pero sí sé que, aunque a ti todo te importe lo más mínimo, yo voy a seguir luchando para merecerte. Desconozco si lo conseguiré, me lo estás poniendo casi imposible. Ya he sufrido mucho, tengo heridas que seguramente nunca cicatrizarán, pero no me voy a dar por vencida. Dicen que, cuando se trata de perseguir algo que amas en la vida, nunca aceptes un "No" por respuesta. Y eso haré, no me rendiré hasta besarte de nuevo. Porque te amo.
Dices que estoy loca. No. Lo que pasa, es que tú me vuelves loca. Eso es diferente. Creía que la locura por amor, era imposible, que no se podía llegar a amar tanto a alguien como para enfermar, pero me equivocaba. Yo misma lo comprobé.
Al verte me cuesta respirar. Sólo con verte. Y me quiero matar, pero prefiero hacerme daño, intentando encontrar la manera de demostrarte todo esto. Y, probablemente, el aprecio que te tengo y el miedo a perderte es lo que me mantiene con vida.
Aunque ... Cada vez que alguien me dice que tú ya me has olvidado, que no soy absolutamente nada para ti, se me llenan los ojos de lágrimas.
¿Por qué? Porque no quiero aceptarlo, pero en el fondo sé que es verdad.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario