Me paré a pensar en razones para sonreír, cuando sólo se me ocurrían mil para llorar.
Pensé, y conseguí una respuesta. Una persona, que responde a todos mis problemas.
¿Quién estaba ahí cuando estaba mal por aquel chico? Tú. ¿Quién me ha hecho sonreír cuando me avergonzaba de mí misma? Tú. ¿Quién me ha apoyado siempre, y siempre me ha defendido? Tú. ¿Quién escuchaba mis millones de penas, y me animaba cuando pensaba que nada podía hacerme feliz? Tú. ¿Quién me daba una razón para seguir adelante? Tú.
Gracias a ti estoy aquí, sé que seguramente yo estaría por ahí perdida si tú no hubieras estado a mi lado cada día, haciéndome reír cuando he estado seis o siete horas llorando sin cesar.
Te quiero, eres mi mejor amigo, y lo sabes.
Miguel Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario