A veces cometemos errores sin sentido, decimos cosas de las que después nos arrepentimos, tomamos decisiones estúpidas, estropeamos aquello que podría ser algo apasionante.
Acaba todo, pero recuerdas esa noche junto a él, y sonríes. Todos los días hablas con él.
Cuarenta y nueve días sin verle. Qué tortura.
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