sábado, 16 de febrero de 2013

LT.

Echarte de menos tanto que duele. Me duele el estómago, del vacío que siento, me duele la garganta, de aguantar las lágrimas, me duele la cabeza, de no dormir. ¿Cómo es posible que en tan poco tiempo llegue a sentir algo tan grande por alguien que vive a tanta distancia?
De día, lo único en lo que pienso es en tus ojos, en tus abrazos, en tus besos. Cada vez que cierro los ojos, revivo esa despedida tan dura, el dolor que sentí al besarte por última vez, cómo se me cayó el mundo encima cuando dijiste "qué difícil es esto, ¿no?". De noche, sueño contigo. Todas las noches. Lo único bueno, es que no hay ninguna pesadilla, porque ya no hay nada peor a estar tan lejos de ti. Sueño con volver a besarte, sueño con que vuelvas aquí, sueño con dormir contigo, sueño que estamos juntos.
De los sueños se vive, ¿verdad?. De los sueños, aunque es una lástima que solo sea eso. Un sueño, un deseo, una ilusión, de la que aun no tengo la certeza de si ocurrirá algún día.
No puedes ni imaginar, lo difícil que es levantarme cada día, vestirme, arrastrar los pies de un cuerpo sin alma. Solo pienso en ti, no puedo hacer otra cosa, no puedo centrarme en nada más que en ti. En que te echo de menos, en que te necesito. Te necesito aquí, conmigo, y ahora. Que si vuelves, estaré aquí para ti.
I miss you so much it hurts.

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